Artes
Figurativas Paleocristianas
Al margen de
la arquitectura, el arte paleocristiano tiene en los mosaicos y
la escultura funeraia de los sepulcros dos de sus más importants
manifestaciones artísticas.
Mosaicos
Paleocristianos
Mosaicos
del Mausoleo de Santa Constanza
La decoración de mosaico más antigua que se conserva
es la que se encuentra en la bóveda anular del mausoleo de
Constantina de la segunda mitad del siglo IV.
Se
trata de una decoración de pámpanos (alegoría
de la eucaristía) presididos por el busto de Constantina.
En las cuatro enjutas hay escenas relativas a la vendimia. Es plenamente
cristiano por el simbolismo de los pámpanos, por las aves
que aparecen inmersas entre estos, que simbolizan el alma, y por
las escenas de la vendimia, que representa el otoño y el
ritmo estacional que representa la eternidad.
Otro mosaico
también del siglo IV tiene el fondo blanco, con adornos de
pequeño tamaño, característico del mosaico
romano pagano del siglo IV, pero es plenamente cristiano por su
simbología: hay un cuenco con agua del que bebe un ave (agua
viva = Cristo, ave = alma). También hay aves rodeadas de
vegetación (el alma en el paraíso) y un pavo real,
que simboliza la inmortalidad debido a la mitología egipcia
sobre la inmortalidad del ave fénix que se adapta.
Mosaico de
San Pablo Extramuros
Del mosaico
que hubo sólo quedan, prácticamente, dibujos. Perteneciente
al siglo V, se desarrollaba encima del arco triunfal. Estaba presidido
por lo que denominamos el argumento del Apocalipsis según
San Juan.
Este es un tema
extraído de dicho libro que se va a repetir durante toda
la Edad Media. En el centro aparece la representación de
Cristo. San Juan no nos dice que ha visto a Cristo, sino un trono
vacío, pero lo normal es que se represente a través
de la imagen de Cristo. Como este trono brillaba con colores y luces
resplandecientes, normalmente se concretizan en una aureola alrededor
de la cabeza de Cristo, de manera que se relaciona también
con la idea de Cristo luz, Cristo sol. En torno a él suelen
aparecer cuatro seres alados, uno semejante a un hombre, otro a
un águila, otro a un león y el último a un
toro. No sería hasta los siglos II o III en que San Ireneo
asocia estos seres con los evangelistas (ángel = Mateo; águila
= Juan; león = Marcos y toro = Lucas). Debajo hay ángeles
y veinticuatro ancianos, que normalmente están entronizados
aunque aquí estén de pie y llevan coronas y túnicas
blancas. En este mosaico tienen las coronas como tributo a Cristo.
Mosaico de
la Basílica de Santa Pudencia de Roma
También pertenece al siglo V, más o menos paralelo
a Santa María la Mayor. Preside la figura de Cristo representado
como un emperador con su corte, ya que este autor está fuertemente
enraizado en la estilística del Bajo Imperio por lo que no
se evitan perspectivas, anatomía, etc.
Cristo está
entronizado con un libro en la mano izquierda, el libro de la vida,
donde aparecen señalados los que irán a la bienaventuranza.
Con la derecha parece que está bendiciendo. A su alrededor
hay una corte de ocho hombres y, aunque no son 12, representan a
los apóstoles. A su lado hay un hombre joven casi calvo,
que es Pablo, y al otro lado se encuentra otro hombre más
mayor, con cabellos y barba blancos, que será Pedro. Estos
dos personajes van a ser los dos pilares de la Iglesia y los que
le dan un carácter de universalidad. También hay dos
mujeres, justo detrás de Pedro y Pablo, haciendo referencia
a la Iglesia judía y a la Iglesia gentil. En el registro
superior del mosaico aparece una cruz gemada (con piedras preciosas)
con los símbolos del tetramorfos a sus lados. Entre los dos
registros hay una ciudad que simboliza la Jerusalén celestial.
Desde el punto
de vista estilístico, en la parte inferior destacan las figuras,
que crean un volumen muy grande, a lo que se le añade una
técnica de plegados muy suelta. En la parte de arriba destaca
la ciudad, que crea un espacio, con los edificios en distintos planos
y con muchos vanos. Los símbolos de los evangelistas también
están representados en distintos planos. La cruz está
justo detrás de Cristo, son los dos puntos de fuga que forman
el eje de toda la representación.
Los
Sarcófagos Paleocristianos
Frente a los
sarcófagos del siglo III que sólo nos ofrecían
aspectos puntuales de la doctrina cristiana, en los del siglo IV,
V e incluso VI observamos que el sarcófago pretende resumir
los principios básicos de la doctrina cristiana en su totalidad.
Los sarcófagos
se leen de izquierda a derecha y, si tienen dos registros, primero
se lee el registro de arriba y luego el de abajo.
Sarcófago
Dogmático o Teológico
En el registro superior se ve la creación de Eva, con la
Trinidad detrás. El pecado original con el árbol como
símbolo parlante a un lado y entre Adán y Eva Cristo
con un cordero, que simboliza que él mismo va a ser el cordero
del sacrificio de Dios. Luego hay un medallón funerario con
el retrato del matrimonio cuyos restos se encuentran en el sarcófago.
Más a la derecha hay un Cristo taumaturgo con su vara y las
tinajas de vino de las bodas de Canaá, posando las manos
sobre cestos que llevan los apóstoles en el milagro de los
panes y los peces y, por último, de nuevo con la vara resucitando
a Lázaro, con María Magdalena, hermana de Lázaro,
agradeciendo el milagro.
En la parte
inferior aparece, a la derecha, la Epifanía. Los Reyes aparecen
con el gorro frigio característico de los persas y la Vírgen
con el niño en sus brazos sentada en un trono de mimbre.
Tras esto, aparece Cristo curando a un ciego de nacimiento. En el
centro, está Daniel en el foso de los leones (ejemplo de
salvación más prefiguración). A la izquierda
de éste, aparece la negación de Pedro, con el símbolo
parlante del gallo (idea de penitencia y arrepentimiento). Tras
él, el prendimiento de Pedro y, para finalizar, Moisés-Pedro
haciendo manar agua de la Roca de Horeb. Hay un paralelismo entre
las figuras de Pedro y Moisés, ya que Dios entrega a Moisés
en el monte Sinaí los diez mandamientos (la antigua ley)
y Cristo entrega a Pedro la nueva ley.
Sarcófago
de la Pasión
Está dividido en tres escenas, la central, que es la más
importante, está presidida por una cruz rematada por un crismón
formado por una corona de laurel y las dos primeras letras del nombre
de Cristo en griego.
En el travesaño
horizontal de la cruz se encuentran dos aves mordisqueando la corona
(las almas que se alimentan de Cristo). En la parte inferior hay
dos figurillas de soldados adormecidos, que simbolizan a los soldados
que guardaban la tumba de Cristo y que son signo de resurrección.
En la escena de la izquierda aparece Cristo coronado de espinas
y en la derecha la presentación ante Pilatos.
Sarcófago
de Junios Bassus
También es del siglo IV. Son diez escenas separadas por columnas.
En el registro inferior tienen cubiertas adinteladas y abovedadas: