Santiago
Rusiñol . Obra y Biografía
Introducción
Santiago
Rusiñol (Barcelona 1861- Aranjuez 1931) intelectual español
conocido no sólo por sus magníficas obras de arte
sino también por sus escritos y la participación en
los círculos modernistas más punteros de finales del
siglo XIX quienes encontraron un gran eco en la Barcelona del momento,
animados por las expectativas que Cataluña presentaba tanto
en el ámbito económico como en el cultural y el social.
Así es
el panorama donde comienzan a despuntar los primeros modernistas
que lejos de presentar unos rasgos comunes, son tremendamente heterogéneos,
hecho que nos impide trazar unas líneas comunes pero que
guarda bajo sus faldas a artistas muy distintos. Ese es el caso
de Rusiñol cuyas obras encuentran elementos o influencias
impresionistas, prerrafaelistas e incluso simbolistas.
Aurora Fernández
Polanco ha resumido de forma magistral su trayectoria cuando aseguraba
que Rusiñol es un pintor que comienza siendo realista, que
pasa por el impresionismo de tonalidades frías y encuadramientos
insólitos hasta que, en 1894 viaja a Italia, hablando ya
de un Rusiñol simbolista muy cercano al prerrafaelismo. En
los últimos años viaja a Granada a partir de lo cual
el hombre desaparece de su pintura y en su lugar aparece una naturaleza
artificial: la pintura de jardines.
Vida
y obra de Santiago Rusiñol
Santiago Rusiñol
nace en una familia industrial catalana quedando pronto huérfano
por lo que debe abandonar sus estudios e ideales artísticos
para ponerse al servicio de su abuelo en la empresa familiar. En
1887 muere su abuelo y Rusiñol se siente liberado por lo
que decide romper con su vida llegando a divorciarse de su mujer
con la que se había casado pocos meses antes.
Sus
primeras lecciones pictóricas son recibidas en la academia
Acad, propiedad de Moragas Torras y en el Centro de Acuarelistas.
Allí conoce a Casas del que desde este momento se convierte
en amigo inseparable. Con él decide realizar un viaje en
carro por Cataluña de donde salen una serie de obras de ambiente
rural y costumbrista además del amor que Santiago anunciaría
por el Mediterráneo especialmente por Sitges que años
más tarde sería el escenario de su propio museo. De
sus visitas saldrían una serie de obras con paisajes sencillos
y bello cromatismo como ocurre en Vista de Valdemosa, La
Costa o Patio Azul donde la luz es la verdadera protagonista
de la composición.
Será
con Casas con quien del mismo modo realizará su primera exposición
en la Sala Pares en el año 1884.
Esta gran amistad quedó constatada en la obra Rusiñol
y Casas pintando, lienzo realizando en 1890 por ambos pintores
donde se les ve a ambos en un momento de creación de sus
obras.
Tras un tiempo
estudiando en España, Rusiñol decide emprender un
largo viaje por Europa y América donde terminará de
perfilar su estilo a base del conocimiento profundo de multitud
de obras de muy diversos artistas.
París
será la ciudad en la que desarrolle sus máximas potencialidades.
Comenzó frecuentando la Academia Gervec donde fue alumno
de Carrière y de Puvis de Chavannes para terminar bebiendo
de los impresionistas especialmente de Manet y Degàs de quienes
copiará las figuras desdibujadas, las distintas tonalidades
del mismo color y la introducción de los sentimientos.
Si importante
fue su primera estancia en París, la segunda etapa de su
vida en la ciudad francesa marcará un nuevo sentido en su
obra a partir de la cual adopta elementos simbolistas donde incluye
la figura femenina con un aire triste, melancólico. De este
periodo son sus obras La morfinómana (1894) y Cabezas
de anarquistas de 1893.
Además
de París, Santiago visitó Italia en el año
1894 donde estudia ampliamente el Renacimiento y de donde obtiene
definitivamente esa influencia simbolista presente en alguna de
sus obras como la colección de tres cuadros llamados La
Poesía, La Pintura y La Música,
del año 1895.
Rusiñol
es conocido como el pintor de los jardines ya que sus obras más
conocidas tienen como escenarios bellos paisajes de jardines españoles
como el de Granada, Sevilla y Aranjuez. En ellos destacan el ambiente
delicado junto con un brillo y cromatismo únicos en el arte
español. Obras como Almendros en flor (1929), muralla
verde muestran unas obras ordenadas donde la simetría
de los árboles marcan la composición.
Si nos referimos
a su actividad intelectual, Rusiñol es fundador, junto con
otros muchos compañeros, de Els Quatre Gats, centro de reunión
de artistas jóvenes. El edificio, diseñado por Josep
Puig i Cadafalch, intentaba imitar los lugares de tertulia de Montmatre
dando como resultado un edificio que mezcla lo gótico y lo
modernista donde se llevaron a cabo debates, exposiciones y espectáculos
de toda naturaleza.
Entre sus obras
literarias podríamos destacar Desde mi molino, escrita en
1893, Impresiones de arte, del año 1894 o el Místico
(1903) aunque su obra más conocida es L `Auca del Senyor
Esteve.
(Autora
del artículo/colaboradora de ArtEEspañA:
Ana Molina Reguilón)