Templos
Egipcios
El templo egipcio
es un templo que en un principio no tiene nada que ver con los de
otras culturas ya que no es un templo destinado a sacrificios cruentos
ni es un lugar para rezar ni es un lugar abierto para todos.
El templo egipcio
es un lugar para la divinidad y por lo tanto se puede considerar
como "el gran palacio" de la divinidad. El faraón,
los sacerdotes y algunos status de la sociedad son los únicos
que tienen acceso a él, y generalmente de manera restringida.
Se conocen lugares
de culto desde época predinástica pero no se han conservado
y sólo se sabe de ellos por relieves y jeroglíficos
del Imperio Antiguo y por tanto sólo se sabe del exterior,
que parecen chozas o cabañas de adobe y madera. Hay tres
tipos de templos según su estructura y su finalidad:
Templo
solar, también llamado astral, del Imperio Antiguo.
Sólo
se conservan restos y el templo de Neuserre (faraón de la
V dinastía). Este templo se encuentra en Abusir, al sur de
Giza.
Se trata de
templos construidos para adorar al sol, a Ra, y por su identificación
también al faraón. Esto justifica los dos elementos
que aparecen: el obelisco y la barca solar. Están situadas
en un lugar desértico, son templos abiertos y sólo
tendrán una repercusión en el Imperio Nuevo en la
época de Amenofis IV.
Templo de
Neuserre
Consta de un pabellón en un valle que se comunicaba con el
resto a través de una avenida cubierta y lleva a un segundo
pabellón que es la construcción propiamente dicha
del templo solar.
Se trata de
un cerco amurallado que tiene un patio abierto en el que hay que
destacar dos elementos fundamentales: el altar detrás del
cual se encuentra el obelisco, que termina con el piramidión,
una parte dorada que refleja mejor los rayos solares.
A la derecha
en el patio hay una serie de edificios que son almacenes y para
realizar algunas ceremonias. Al obelisco se llegaba desde un vestíbulo
anterior al patio por un pasillo que había a la izquierda
de este. Fuera del recinto hay restos de una construcción
de piedra que sería la barca solar.
Templo
funerario
Aparece en el
Imperio Antiguo pero no tiene una estructura muy marcada, que sí
se dará en el Imperio Nuevo, que seguirán un esquema
muy característico que será el mismo que el de los
templos divinos o clásicos.
Templo de
la Reina Hatshepsut
Este templo se encuentra junto al monumento funerario de Mentuhotep,
en Deir el Bahari. En cierta manera imitándolo pero mucho
más complicado. Aunque es muy vistoso no desentona con el
paisaje aunque seguramente tendría pintura y un paisaje más
vegetal. No se trata de un templo funerario.
Es llamado emispeos
debido a que tiene una parte que da al exterior y una parte excavada
en la roca. Para llegar había una gran avenida franqueada
por multitud de esfinges y rodeada de jardines. Hay tres plataformas
superpuestas de estructura adintelada soportada por pilares a las
que se accede a través de rampas. Hay capillas dedicadas
a distintos dioses, las más importantes a Hathor, donde se
conservan los pilares hathóricos más interesantes,
y a Anubis. La última parte está excavada en la roca.
Se aparta de la estructura clásica.
Tenía
una importantísima decoración escultórica,
tanto en relieve como estatuaria. Fue construido por el arquitecto
Senmut, que tuvo muchísima importancia, fue el encargado
de la educación de los hijos de Hatshepsut y posiblemente
fue incluso amante de la reina. Hatshepsut fue una reina de la XVIII
dinastía que ocupó el trono como regente de su hijo
Tutmés III, quién se ocupó de destrozar muchas
de las obras de su madre. Pese a ser regente reinó como una
farona por derecho propio y de la q se decía que gobernaba
como un hombre, pro lo que muchas veces se la representaba así
El Rameseum
Fue mandado construir por el faraón Ramsés II, de
la dinastía XIX, pero de él sólo se conservan
algunas ruinas.
Era un gran
recinto que fue muy expoliado y desde época muy temprana
se empezaron a quitar piedras para otras construcciones.
Junto a él
se han hallado restos de almacenes abovedados. En su construcción
se utilizaron pilares osiriados y hay restos de un coloso derribado.
El Templo
de Medinet Habu
El faraón Ramsés III (de la XX dinastía) quería
hacer en este lugar un gran recinto religioso equiparable al de
Karnak.
Sólo
queda una parte del templo y restos del palacio de Ramsés
II que había en una ciudad que se encontraba al lado del
templo. Es posible, aunque no se sabe con certeza, que la cubierta
de la sala hipóstila fuera abovedada. Queda un pilono con
decoración y pilares osiriacos.
El
gran Speos de Abu Simbel
Fue mandado construir por Ramsés II. Se trata de un speos
que, estando excavado en la roca, tiene todos los elementos de un
templo común. Tiene una fachada inclinada simulando los pilonos,
delante de los cuales se encuentran los colosos, que representan
al monarca. Son cuatro, dos delante de cada pilono, que se encuentran
sedentes y son característicos de la escultura egipcia.
A sus pies se
encuentran figurillas más pequeñas que representan
a miembros de su familia (su madre, su esposa y sus hijos). Tanto
la jerarquización por el tamaño y su situación,
a los pies del monarca, les dan un gran carácter de sumisión.
En la base sobre
la que se posan los colosos hay relieves alusivos al monarca. Entre
los dos pilonos se encuentra una puerta terminada en gola y a un
nivel más bajo, con una hornacina encima que alberga una
estatua exenta de la divinidad a la que está dedicado el
templo, Ra. Los pilonos terminan también en gola y están
decorados con relieves de una hilera de monos babuinos saludando
al sol. El interior del speos está formado como una sala
hipóstila, llena de pilares osiriacos que honran a Ramsés.
Detrás
de esta sala hay una puerta que da a un pasillo que lleva al sancta
sanctorum, donde se encuentran estatuas de dioses y del faraón.
Dos veces al año, el 21 de febrero y el 21 de octubre, el
sol penetra en el interior de la sala fijándose en las estaturas
de los dioses y del faraón. Es un templo que se conserva
muy bien y en el que se han encontrado restos de pintura.
El
pequeño Speos de Abu Simbel
Es el templo de Nefertari, la mujer de Ramsés II. Es muy
parecido: tiene una fachada inclinada simulando pilonos, con la
puerta a un nivel más bajo. También hay estatuas,
pero no tan monumentales como las del gran speos: miden aproximadamente
10 metros. Se trata de 6 figura de Nefertari y de Ramsés,
de pie, que se encuentran tres a cada lado de la puerta, dos de
Ramsés y una entremedias de Nefertari.
Ramsés
aparece con los atributos del faraón, mientras que Nefertari
lo hace con los de la diosa Hathor, a quién está dedicado
el templo. Las figuras aparecen separadas en hornacinas y también
hay en el inferior estatuas de sus hijos de menos tamaño.
Templo divino o clásico
Está
dedicado a un Dios. Se le llama también clásico por
su forma y estructura. En el Imperio Medio no estaba totalmente
configurado y será característico del Imperio Nuevo.
Los que mejor se conservan son los del periodo Grecorromano, pero
antes eran iguales. Tiene una estructura que siempre va desde lo
más visible, lo más abierto, hasta lo más oculto,
lo más cerrado, lo más angosto, por lo que va cargado
de un cierto misticismo y misterio.
Se construyen
en piedra y está dentro de grandes recintos que están
cercados por una muralla que suele ser de mampostería, adobe,
ladrillo
Esto implica que las zonas alrededor del templo se
hayan perdido porque se construyeron con peores materiales. Dentro
de estos recintos se encuentra el templo, la vivienda de los sacerdotes,
almacenes, graneros, casas de la vida y centros de cultura (para
los escribas, escuelas y talleres donde se aprende y también
donde se hacen esculturas
). A veces hay otras estancias con
distintas funciones. De todo esto sólo se ha conservado el
templo, que tiene una estructura muy clara aunque a veces son muy
complejos porque los faraones van añadiendo partes.
El templo tiene
una cierta simbología: la utilización de la piedra
está en relación con la perennidad de los dioses.
Los soportes se asientan sobre el suelo, que simboliza la tierra
de Egipto, los soportes son la vegetación y la cubierta,
que es adintelada y muchas veces pintada de azul con estrellas,
es el cielo.
Partes principales
del templo:
una avenida
de esfinges para llegar, que representan a los protectores del templo.
Las esfinges están recostadas y tienen cuerpo de león
y cara o del faraón o de carnero, la representación
del dios Amón al que muchas veces están dedicados.
Después
se encuentran los obeliscos, que son símbolos del sol, solían
terminar en una parte dorada y estaban llenos de jeroglíficos
referidos a leyendas de las hazañas del faraón que
lo mandaba construir, tras los que están los pilonos, que
son dos altas construcciones que dan acceso al interior ya que entre
ellos está la puerta de entrada. Son altos, por lo que esconden
el interior del templo, tienen forma de talud, terminan en gola
y en ellos se colocaban los mástiles (todavía quedan
restos de los huecos).
En su interior
había unas escalinatas que llevaban a otros edificios y estancias.
La puerta estaba a un nivel más bajo y era adintelada. Esto
también tiene su simbología, ya que los pilonos representan
las dos tierras de Egipto y la puerta es más baja para la
línea del horizonte, la salida del sol, estaban orientados
al este. Los pilonos siempre van a llevar relieves que casi siempre
van a hacer alusión a las victorias del faraón. Una
vez pasada la puerta nos encontramos un gran patio porticado, la
sala hípetra, donde en muchas ocasiones había un gran
altar y estatuas de monarcas.
En algunas ocasiones,
la barca se encuentra en un pabellón de la sala hípetra,
pero esto no es lo más frecuente. Tras esta sala se encontraba
otra sala, la sala hipóstila, una sala columnaza con cubierta
plana. Tras ella está el sancta sanctorum, la zona más
privada y oculta, donde están la naos para la divinidad y
la sala de la barca.
Estas salas
se desarrollan longitudinalmente y van disminuyendo de altura, anchura
y luminosidad. Esto tiene relación con la jerarquización
de las salas. A veces en el recinto sagrado se encuentra un lago
sagrado que en Karnak todavía se conserva y que es el símbolo
del lugar de donde salió la figura de Ra y es donde los sacerdotes
van a realizar las abluciones y demás ritos. En templos de
la Baja Época también se puede encontrar una construcción
normalmente delante o justo detrás de los pilonos llamada
pabellón mamrisi, que es el lugar de nacimiento para que
la diosa madre dé a luz a su hijo
El pueblo tien
acceso a la contmplación d las estatuas d los dioses en las
procesions organizadas por los sacerdotes. El dios hace un recorrido
por determinados lugares y es depositado en pequeñas capillas
fuera del recinto sagrado donde el pueblo las veneraba. Estas procesiones
son llamadas "la salida del dios" y se realizaban un número
de veces al año, que dependía del nomos
Templo de
Amónen Luxor
Fue mandado construir por el faraón Amenofis III sobre un
antiguo santuario, y fue realizado por el arquitecto Amenhotep.
Está
dedicado al dios Amón, aunque está en relación
con su esposa Mut y su hijo Khons. Poseía cuatro colosos
sedentes y otros dos de pie, pero sólo se han conservado
dos. Tenía dos obeliscos, uno de los cuales se conserva en
su lugar original mientras que el otro fue llevado a París
por Napoleón. En su interior se encuentra actualmente una
mezquita más tardía.
En Luxor se
da un gran número de tipos de pilares distintos: lotiformes,
monóstilas, pilares osiriacos (en los que sólo el
pilar soporta el peso), etc.
Templo de
Amón en Karnak
Estaba unido al templo de Luxor por una avenida y es más
grande que este. Tiene un trazado muy irregular con una estructura
trapezoidal y rodeado de una muralla de adobe que se ha perdido.
Fue construido
por diferentes faraones y épocas, lo que provoca la existencia
de sucesivos pilonos para separar cada zona. No se conserva la estructura
longitudinal y hay otras estructuras (templo a Ramsés, lago
sagrado
)
En la sala hipóstila
había ventanas en el intercolumnio central, que es más
ancho y más alto, que están cubiertas de piedra. Hay
relieves decorando los muros y también en las columnas, no
sólo jeroglíficos sino también figuras, todo
ello relacionado con la divinidad. Hay un templito dedicado a Khons
que conserva un muro cerrado y la puerta entre los pilonos con sus
terminaciones en gola.
Templo de
Horus en Edfú
Es un templo realizado en la Baja Época (de la época
Ptolomaica, fue mandado construir por Ptolomeo III), en la que se
construyen edificios que siguen la estructura clásica pero
que por influencia clásica hay una mayor armonía y
equilibrio.
El exterior
es igual que los anteriores. Está muy bien conservado. Hay
en él una gran cantidad de relieves, la mayoría referentes
a hazañas del faraón. En el interior, la sala hípetra
está porticada y a un nivel más bajo que los pilonos
(igual que en los clásicos), pero con columnas de capiteles
compuestos, característicos de la Baja Época.
Tras ella está
la sala hipóstila, a la que se accede por una puerta franqueada
por representaciones del dios Horus y en la que se da una novedad
de Imhotep, el arquitecto qu lo construyó: los intercolumnios
están rellenados con un muro que va entre columna y columna
hasta la mitad de la altura de estas (pero sólo en las columnas
del exterior). Esto influirá muchísimo y a partir
de este momento se realizará siempre así.
La sala hiípóstila
también tiene capiteles compuestos y palmiformes.
Templo de
Hathor en Denderah
También es de época Ptolemaica. Da una idea de una
construcción más cerrada. En esta época se
hacen pabellones y capillas con funciones determinadas. Se conserva
cubierta adintelada.
Filé
En la isla de Filé se construyó un complejo religioso
con numerosos templos, pero quedó totalmente sumergida al
realizar la presa de Asuán y fueron trasladados a Agilkia.
El templo más
llamativo y mejor conservado del recinto es el templo de Isis, también
de los Ptolomeos. Este templo tiene numerosos pilonos de los que
se conserva su terminación en gola y mantiene el esquema
longitudinal.
Otro edificio
interesante de este complejo el el Kiosco de Trajano, que se trata
de una construcción relativamente pequeña para descanso
del emperador en las procesiones.
Tiene una planta
cuadrangular con sólo una puerta. Tiene el cerramiento hatsa
la mitad de las columnas, terminaciones en gola, cubierta adintelada,
etc. Son llamativos los capiteles, en los que se da una alternancia,
pero siempre de capullo abierto, y en los que hay un juego de claroscuro.